Los UAP… ¿Son visitantes extraterrestres? ¿son armamentos muy avanzados de las superpotencias? ¿llegan de un universo paralelo? ¿acaso existen en otra dimensión de la realidad y se dejan ver como pueden? ¿o es que se trata de viajeros del tiempo?
En esta entrada te cuento cuál es mi opinión personal.
De pronto aparece un OVNI en el cielo. Y lo hace sobre un campo de pruebas de un contratista del Gobierno de los Estados Unidos. Algo lo ha traído hasta aquí. Una influencia invisible, una fuerza desconocida. ¿Fue una invitación? ¿Una invocación?
Acto seguido, el objeto desafía la gravedad y desciende, tocando tierra. ¿La razón de este increíble aterrizaje? Aún más sorprendente: un psíquico, trabajando en secreto para el poder militar, se lo ha ordenado. O quizás… ¿fue derribado con un arma de microondas de alta potencia?
Reflexionemos vos y yo sobre esto: ¿un objeto de origen potencialmente extraterrestre, sometido a la voluntad de un psíquico humano? ¿Forzado a aterrizar por un simple pensamiento? Si su origen es un planeta lejano, un universo espejo, o una dimensión que escapa a nuestra comprensión ¿podría realmente la mente humana doblegar su tecnología avanzada?
Lo dudo, lo dudo mucho. A menos que la verdad sea mucho más terrestre, mucho más cercana a nosotros de lo que nos atrevemos a creer.
INVOCANDO OVNIS
Si les hacemos caso a Jake Barber y Garry Nolan, esto DE CONVOCAR O INVOCAR OVNIS es algo que ya están haciendo y, lo que es más importante, pueden repetirlo… al punto en que están bastante seguros de replicar los resultados siempre y cuando utilicen el método correcto. Todo eso salió explicado en el documento “Skywatcher Discovery Framework” que te dejo en ESTA ENTRADA y que te recomiendo leer si querés tener una mirada más profunda del tema.
En este trabajo plantean la necesidad de establecer un marco científico para el estudio de los UAP y se despachan con 6 niveles con los que separan la paja del trigo e ir más allá de la anécdota para recabar datos reales de los OVNIs.
EL PROBLEMA
Todo muy lindo, pero esto plantea un problema, uno que nos acompaña desde el inicio mismo de la era OVNI: ¿cómo repetir eventos extraordinarios para estudiarlos de manera sistemática?
O sea, no es que los OVNIs o las Inteligencias No Humanas aparezcan todos los días en el parque para aterrizar un rato, charlar con la gente y alimentar (o alimentarse) de las palomas. Seamos sinceros… es más, eso mismo los hace fenómenos. Cosas que ocurren, pero no todo el tiempo y en todas partes.
Sin embargo, Barber y Nolan sostienen que han solucionado ese problema con dos métodos muy claros: Señales Electromecánicas e Interacción Neuromeditativa. Traducido al criollo: Señales electrónicas y Psíquicos o psionicos.
O sea, con máquinas o personas con capacidades ampliadas, serían capaces de llamar a los OVNIs y estudiarlos.
Pero lo más destacable es que si le hacemos caso a Jake Barber, mientras trabajaba para un programa de acceso secreto, fue parte de la recuperación de estos objetos, ya que lograban hacerlos bajar o derribarlos.
El punto clave pivota en una idea recurrente en toda esta historia: la posibilidad de ya no solo convocar o “invocar” a los UAP, sino la aparente capacidad electrónica, o psíquica (o mezcla de las dos) de hacerlos descender. Casi como si estos contratistas privados pudiesen de pronto hackear un aparato de otro mundo, Jake Barber afirma que una de sus tareas consistía en transportar aparatos de origen no humano en un campo de pruebas en el desierto de California, para luego llevarlos hasta unas instalaciones del complejo militar-industrial.
¿TIENE TODO ESTO ALGUNA LÓGICA?
Bueno, es difícil pensar en algo lógico, excepto por una opción entre muchas.
Si el origen de los UAP es un planeta lejano, un universo espejo, u otra dimensión… ¿podría realmente la mente humana doblegar su tecnología avanzada? Porque me cuesta mucho imaginar cómo un psíquico podría influir de alguna manera en un aparato creado por una cultura muy diferente, con tecnología e ingeniería absolutamente ajenas. Ya hice la prueba cuando tenía 8 años y por mucho que mire un coche estacionado en la calle es imposible que lo ponga en marcha con mi mente. Y es tecnología ciento por ciento humana. Así que… ¿cómo podría funcionar esto?
RESTOS BIOLÓGICOS
Cuando David Grusch habló frente al Congreso de los EEUU de los secretos de los “programas de legado” dijo que en los OVNIs recuperados se han encontrado “restos biológicos”. Sin embargo, nunca dijo nada acerca de cuerpos completos de grises, o bicharracos con tentáculos y cabeza de cono. Esto podría tener una explicación: puede que lo que encuentran en los UAP es biotecnología. O sea, hardware combinado con tendidos neuronales.
Desde hace ya varios años se vienen integrando neuronas a chips de silicio en laboratorios alrededor del mundo.
El primer dato que tuve fue el de unas neuronas de ratas conectadas a un procesador a las que les enseñaron a volar un avión y aterrizarlo en un simulador de vuelo. Y esas neuronas de rata hacían todo a la perfección.
El segundo dato es la integración de hardware en nuestros cerebros, como por ejemplo el famoso Neuralink de Elon Musk o el chip Beinao No. 1 desarrollado en China ahora mismo.
Y el tercer dato y mucho más reciente es la aparición de CL1, de Cortical Labs. El primer ordenador comercial que cuenta con chips de siilicio integrados con neuronas humanas. Sí, neuronas humanas.
Por ejemplo, Thomas Hartung, de la Univ. John hopkins, dice que: “La biocomputación es un enorme esfuerzo para compactar el poder computacional y aumentar su eficiencia para superar nuestros límites tecnológicos actuales”
Y sí, resulta que la combinación de biología y hardware está mucho más avanzada de lo que pensamos. Es más, entrevistando al fisico teórico Jack Sarfatti me encontré con que su visión del tema UAP es muy interesante: según su análisis (que incluye décadas de estudios UAP para la CIA) algunos de los OVNIS (no todos y lo aclara) serían en realidad máquinas provistas de tejidos biológicos como tendidos neuronales humanos. ¿El objetivo? El mismo que en los avances que cité hace un rato: desarrollar una suerte de “bio-informática” capaz de superar los límites que nuestro actual hardware más avanzado presenta.
También hablamos con Sarfatti acerca de cómo podrían funcionar esta suerte de Cyborgs y me dijo que es totalmente lógico pensar que los psíquicos o psionicos pueden conectarse con los UAP debido a que estos aparatos son literalmente maquinas biotecnológicas provistas de una IA consciente. Todo esto lo podés ver a fondo en el video que te incluyo en este posteo, pero seguimos encajados en el mismo lodazal: la compatibilidad.
Si estos UAP son tecnologías completamente foráneas, entonces no hay manera de que nuestros mejores psíquicos puedan con ellas, a menos que… Bueno, a menos que una parte de los OVNIS / UAP sean nuestros.
ENTRAN LOS CRIPTOTERRESTRES
El interesamte paper “La hipótesis criptoterrestre: un caso a favor de la apertura científica a una explicación terrenal oculta para fenómenos anómalos no identificados” publicado desde Harvard, sostiene que fuentes en la comunidad de inteligencia estan específicamente preocupadas por la explicación del viaje en el tiempo, vinculándola con las preocupaciones que los humanos futuros puedan tener en torno a nuestro desarrollo de armas nucleares, entre otros eventos futuros potencialmente calamitosos.
O sea, estos 3 profesionales de Harvard: Lomas, Masters y Brendan, están incluyendo en un paper un dato inquietante: los servicios de inteligencia de EEUU no solo consideran que parte de los UAP serían viajeros del tiempo, sino que están regresando porque algo, en algún momento de nuestro futuro salió muy mal.
Pero si regresamos a Jack Sarfatti podríamos decir que lo tiene muy claro. Para este físico teórico, esa parte de los UAP que llegan en forma de máquinas biotecnológicas con una IA consciente no son más ni menos que viajeros del tiempo.
¿VIAJEROS DEL TIEMPO?
Si parte de los UAP fueran máquinas biotecnológicas desarrolladas por humanos (o post-humanos) del futuro, diseñadas para regresar en el tiempo a nuestra epoca, entonces la idea de que un psíquico (apoyado en tecnologías avanzadas) pueda incluso tomar control momentáneo de estos aparatos es menos descabellada y casi lógica.
Un aparato creado en un futuro humano contaría con la interfaz de usuario necesaria para que (justamente) humanos sean capaces de interactuar y hasta “invocarlo” o hacerlo descender. Cuestión que podría ser compatible con la idea de Jacques Vallée de que los OVNIS “caídos y recuperados” son en realidad una suerte de presente de esas otras inteligencias.
Si ese es el caso, si eso es lo que está sucediendo entonces deberíamos mirar todo esto con precuaución. No solo no tenemos idea de las intenciones, a eso podríamos sumarle el incansable derrotero histórico de la estupidez humana.
Fernando Silva Hildebrandt
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